El retrato familiar.
Desde siempre el ser humano ha buscado plasmar su imagen en los diferentes materiales que ha dominado, siendo la escultura y la pintura los que más predominaron, al menos así fue hasta la llegada de la fotografía que de inmediato se convirtió en el soporte predilecto para inmortalizar la figura humana.
El retrato busca captar las características físicas lo más fielmente posible, al menos así se considera de la forma más tradicional, pero al mismo tiempo busca atrapar la esencia, la personalidad de quien se encuentra frente al lente, y las fotografías familiares no son la excepción. Cada vez que se hace un retrato familiar, se busca encontrar la conexión que hay entre los miembros, convirtiéndose así en una imagen emotiva.
En esta serie exploraré las relaciones entre los miembros tanto de mi familia como de otras ajenas a mí, tratando de establecer un diálogo objetivo y subjetivo entre la secuencia de imágenes.
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